septiembre 06, 2009

EL EGOÌSMO AQUEL


EL EGOÌSMO AQUEL
Se perdiò la cosecha,
antes del madurar
de espigas.
Cayò su trigo,
enfermo,
falto tal vèz de sol
o de agua .
Hundì las manos
en la triste tierra,
que no sabìa explicarme nada.
Asì, callada,
quise recordar mi siembra.
Rememorè las fèrtiles
semillas puestas,
la labor constante,
de horas ,
noches y dìas.
Madrugadas.
No habìa-pensè-no habìa,
motivo valedero
para perder lo sembrado.
Y recordè lo olvidado
en ese acto,
el egoìsmo,
el egoìsmo aquel
que en esa siembra
acompañò a mi mano .
Tu mano.
ESTELA MENGA