junio 26, 2009

CREPÙSCULOS


Después de recorrer
los caminos del mundo,
de llevar primaveras
a mi desierto,
proximidades de vides
a la luz,
y florecer de meses
en invierno .

La inmensidad sensible
y verdadera,
renovó sus mieses
en la tierra.

El sol descendió,
y descubrió ángulos
de sombra permanente,
y agregó calor
donde faltaba,
en un impulso de buscar
el equilibrio
en silencios elocuentes.

Y mi andar se hizo lento,
y la indiferencia
arrugó mi frente,
y mi voz quebró,
en un lamento.

Y los ojos retuvieron todo,
hasta el último momento.

ESTELA MENGA