julio 26, 2010

UNA ROSA SECA


UNA ROSA SECA
Tal vèz,
sin querer nos rozamos,
envueltos en nuestro
guardapolvo blanco.
Tal vèz,
nos cruzamos,
tu al salir,
y yo entrando.
Tal vèz,
tomamos el mismo
tranvìa,
en nuestra querida vìa .
Tal vèz,
aùn estàn nuestros pies
marcados
en la losa
de màrmol blanco
en la escalera.
Tal vèz,
dejaste caer esa rosa
para que yo la recogiera,
La rosa roja muriò,
y se convirtiò en corazòn .
Tu corazòn de jòven apenas.
Ès lo ùnico que tengo
para darte,
un escaso recuerdo
de las horas aquellas,
y una rosa seca .
ESTELA MENGA